VENDETTA

 

Herida abierta,

endulzando venganzas,

manando negra tesitura

de mi estoica postura

ante aquellas puritanas.

 

Puñal ataviado de inocencia,

resacacosa inconsciencia,

rezumando casta

a través de todos

y cada uno de los pétalos

de mi desmenuzada coraza.

 

Oprimido el transitado corazón,

savia colágena desvirtuada,

lágrimas mentales desatasca.

Desarraigado corporal

ante semejante farsa,

circuncidan vías alternativas

estrangulando la carótida,

sajando la aorta,

por quien menos apostaría…

 

Aquella virginal doncella

prendida de mi figura,

ha tomado la batuta,

flecha sagitaria,

se cobró venganza.

 

Inocente pantera,

de ojos verdes,

claros y tenues,

muñeca de porcelana,

observas cautelosa

el devenir de la escena,

la abertura volcánica desatada.

 

Mueca dantesca,

perfila la emoción

de tu hazaña,

Tomando la causa de aquellas

como infame excusa

de tu ajusticiada causa.

 

Venganza premeditada,

promiscuo leopardo,

caíste en tu propia trampa.

Engatusado…

Endulzado…

Sometido…

Pecaste de soberbia,

creyéndote cazador

no supiste entender

que eras tú la presa.

 

O.