Por qué alejarme de a poco,
tanto sufrimiento soportado,
la obligación de confesar mi alma,
la prioridad de saciar tu karma.

Qué carcome tu cerebro,
la revancha,
la necesidad de daño,
ese sentido supremo
de odio ciego…

Ese deseo tan intenso
de ser la diana
de tu veneno,
el cubo de los desperdicios,
tu saco de boxeo.
Me mantiene… sobreviviendo,
saber si lo merezco,
o si voluntad de sumiso
me ata a tu ego.

Manejas mi voluntad
a sabiendas de lo que debo,
de lo creo o me dices,
las confesiones que te hice,
que no recuerdo… Te soy sincero
El surco de mi desarraigo,
las riadas de mis lamentos,
crudezas de una vida
escogida por tu resentimiento.

Una puñalada… Te lo ruego!!
Se magnánima… Acaba con un golpe seco!!
Una estocada,
un punzón,
un puñal en la espalda
o un colt 45 al corazón.

Yazco más que lato,
retorcido de dolor
sucumbo a tu aislamiento,
a tus utensilios de represión,
a la depresión degenerativa,
incapacidad neuronal
por soportar más tu ambición.

Dame rápido matarile.
Introduce mi cuerpo
en el crucigrama del encierro.
Que el asta me traspase,
me traslade,
sin cobertura,
sin reanimación
donde no mantenga por más
este desespero.

Permite que me lleve.
Me sigue, me persigue
hace tiempo me escogió.
No me arrepiento.

Da paso al lamento,
permite que haga su trabajo,
cierra el pacto firmado,
abandona mi alma a su suerte,
da orden que la desencarcelen,
que corrobore lo asumido,
vagando en el tiempo
por los ríos del infierno.

Tiempo tendrá de llorar,
de pensar lo hecho,
de querer retroceder
y reparar lo que debió amar,
de admitir donde está
y llorar por donde debería
continuar viviendo,
de…
de conocer el verdadero significado
de la palabra sufrimiento.

O.

Poesía