Marcho…

Me ofreciste lo que ansiaba
tras la debacle emocional contaminada
en el momento preciso
apropiándose de tus sentidos
contagiando tu pálpito
sumiso quedó
y predispuesto al confiscamiento.

Enamorarme de ti no fue previsto
ni sujeto al convenio con cupido
un consciente artilugio obligatorio
requisito precario articulado
custodio del sumiso
carcelero inconmovible ante el desánimo.

Si no existiese el pretérito
si el raciocinio fuera leal consejero
los recuerdos no jugarían al engaño.

Siento…
Haberte hecho dilapidar tu lapso
esquilmado tu cosmos
exprimido como cortafuegos
arrendarte para rebautizar sentires
satisfacer caprichos sanando antojos
a costa de un amuleto.

Pero…
Un pasaje es limitado
ruines los pasatiempos
egocéntrica la mente
egoísta el flechazo.

Sabiendo…
Que tú me amas
que él me engaña
asimilaré anhelo
naufragaré a su lado.

Persistiré en mi afán
continuando encadenada a su coraza
sin poder
ni saber
ni desear remediarlo.

Aunque suene a…
Siento el daño causado.

O.

9 respuestas a “Marcho…

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