Qué raro es…

Ojalá el café fuera como la primera vez
como cuando sentí tus manos sobre mi piel
los sentimientos vírgenes sin someter
las mirada ansiosa buscándote.

Quién de los dos ha dejado de creer
de soñar lo que el futuro nos podrá traer
Lo prometido bajo las sábanas se quedó en el ayer.

Ahora…
Quererte no lo sé
tiempo y espacio lejos de tener
solo quedan retales de un puzzle sin resolver.

Un corazón que dejó de latir
Una pasión descafeinada al anochecer
Una cama vacía por las mañanas
obsoleta como la encontraba antes de ser
de sentir lo que me concediste
de circunstancias que nos han llevado
a lo que debíamos perder.

Pero…
Mi cabeza no me permite obedecer
las venas borbotean recordándote
exprimiendo el ocre por penúltima vez.

Y continúas anclándome
con una sonrisa pícara
… Cómo no ceder
suspiros encastrados
susurros almacenados
gemidos descomponiéndome
suves besos exacerbándome
un cuerpo dorado
recubriéndome.

… Tú enamorándome
como aquella primera vez.

O.

10 respuestas a “Qué raro es…

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