Cómo contar…

Quién le iba a decir
que un instante
inmerso en un pensamiento
es devastador
quijotesco y maquiavélico
profanando la eternidad
se hace eco.

Que la tormenta abatiría
enfrentando deseos y pesadillas
ironía de un destino
quebradero de vida.

Que no vislumbraría su silueta
difuminándose entre melancolía
y empecinamiento
por una conciencia disyuntiva.

Un adiós rocambolesco
sin una palabra
sin un reproche
sin un pestañeo
… Sin un «te odio»
ni un «no te quiero».

Que el silencio es más hostil
que los reproches bajo el firmamento.
Porque no saber nada
es peor que saberlo.

¿Asumirlo?…
Tal vez lo más sencillo
lo más prudente
lo más típico.
… Salvo para un latido perenne
que lo tuyo hace suyo
y recíproco veredicto
que si la vida es sin ti
para él no tiene sentido.

O.

Poesía

18 Comentarios Deja un comentario

  1. No hay porqué. Tu poesía es versátil, puede derramar amor, traición y muerte. Eso de no respetar la rima es lo actual, alejado de otros modelos a los cuales respeto, pero hoy es la posmodernidad. Un abrazo.

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