Señora…

¿Debería sentirme culpable
cuando fuiste tú
la que me echo
a las tigresas?
Después de saber
cómo se las gastaban
y aún así
mantuviste tu sentencia.

Ahora…
Que entiendes tus palabras
que merodeas sola
acercándote a la hoguera
recuerdas…

Tu experiencia
fue desastrosa
ahora me doy cuenta.
La mía…

Despreciaste mis derechos
los hechos que me trajeron
la realidad que vivíamos
el pasaje del cuento
el más obtuso
obstáculos
que medían la entereza
el amor
el cariño
la capacitación de creer
que lo malo
también se supera.

¿Te da derecho
el haberme parido
encadenar mi independencia
desterrarme en un desierto
alejarme de tu existencia?

¿Crees que permanecí a salvo
que no rumiaba mi cabeza
que se apiadarían
por el abandono
compasivas y enternecedoras
se mostrarían las fieras?

¿Crees que me respetarían
se apenarían
que no atraería las hienas
y demás hembras sedientas
de un jugoso bocado
… Entre ellas apostaban
por ser la primera?

Y vuelves…
Más canosa
más austera
desconocida por fuera
casi ni te recordaba
salvo por esa mirada…

Debo hacer que ayer
fue el parto
que me quieres
de verás…
Que no es una estratagema
de una vieja sanguijuela…
Que hoy es el reparto
la cigüeña tampoco recuerda
que mañana nos comportaremos
como si el tiempo no dejase huella?

Lo siento…
No pidas que perdone
que haga borrón
y cuenta nueva
No borre lo que recuerdo
y lo que no…
¿Quién eras?

El atrevimiento es tardío
evidencia tus deseos
los del que te observa…

Si hubiese sido distinto
por necesidad
por cautela
por…
Únicamente por estorbo
por no perder tu belleza
el engatusamiento de la novela
ni la vida adyacente a ella…

Si hubieras dejado
algún detalle
alguna receta
una simple carta
algo donde te reconociera…
Tal vez…

Buenas noches señora
mi madre está muerta.
Repito textualmente
lo que me dijeron ellas.

O.

9 respuestas a “Señora…

Add yours

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑