La riada difuminaba cada mañana la clarividencia noctámbula su rostro obligado a tantear la opacidad diaria aquella que tanto atormentaba desprotegido de su coraza nocturna de las sombras que protegían su silueta. Tras la capa conspiratoria nadie se acercaba un fortín atormentado para su cuerpo solapaba la candidez de su alma agasajándola con ronroneos... Leer más →


Tu palabra se alza como un Quijote indómito, que aún sueña y pelea contra molinos invisibles. Hay en tu verso…
Gracias maestro Fuerte abrazo
Tu imagen entre la persiana nos recuerda que la vida es umbral: ni dentro ni fuera, sólo latido suspendido. Un…
Gracias Me alegra Igualmente
Gracias!!