Nebuloso escenario,
oscurece la tarde
tras la ventana,
de una escueta,
de una extraña,
de un privado
en las afueras.
Un colchón endulzado,
unas sábanas pasajeras,
jardín arrasado,
regenerada ladera,
amor o batalla.
Dos amantes persistentes,
un universo de deseo,
la avalancha pasionaria,
aroma a sexo.
Labios jugosos,
húmedos y ansiosos,
lujuriosos en su defecto.
Entonan ritmos afónicos
sobre erizadas vertebras.
Aullidos,
Suspiros,
susurros,
gemidos eléctricos.
Variantes musicales
de enrabietados versos.
Poetas predispuestos
a pecar de obra y sentimiento.
Manos se unen,
se estremecen, se sueltan…
Extorsionan torsos
espigan propuestas.
Pechos desnudos erizan
mientras gesticulan esbeltas
arqueadas vértebras.
Ella sobre él,
el tras ella,
dibujos minimalistas
de esculturas griegas.
Eros y Afrodita,
complexión paralela.
Sus poderosas manos sustenta,
dos razones se retuercen
entre las yemas.
Erectos al son de las velas,
suspicaces ósculos
sobre aureolas negras.
Palmas equilibran
la arrolladora afrenta.
Movimientos pélvicos se aceleran
cabalgando a pelo,
él bajo ella.
Nalgas redondas revolotean
danzan dispersas
ante empellones que arrecian.
Colapso mental
se acelera,
el corporal aún espera.
Dos dioses,
dos cuerpos,
dos amantes,
… Universal escena.
O.


muchas gracias Eva por tus palabras!!
saludos
buen día
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Erizando o erotizando a la brisa del viento, se sonroja hasta el pequeño aliento de cualquier ser que desee leerlo.
Maravilloso.
Bonito miércoles.
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un toque de picante
jaja
muchas gracias maestro!!
me alegra de tu gusto
abrazo
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Sensualidad al límite, querido poeta. Genial.
Un abrazo, LyS.
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