Un imprevisto…

Llegaste a mi vida con un «hola»
Por un guiño del destino
O un egoísmo de la casualidad.

Un simple saludo
Un sencillo camino
De abrir dos corazas
Unir dos corazones
Desparramar sentimientos
Dos almas apaciguar
Las mentes confabular.

Abriéndonos de par en par
Manando sentimientos a diario
A través de dos lejanos lugares
El teléfono fue clave.

Dos corazones desconocidos
Desprotegidos del azar
Entraron en trance
Dispararon emociones
Arengaron con sus palabras
El trasvase de uno al otro
Del otro al uno
Todo el amor camuflado
Que tenían por resucitar.

Nunca había sentido conspiración semejante
Anclaje emocional similar.

Ahora comprendo el significado
De tu desconfianza
De tu inquietud
De ser pero no estar
Por mucho que intente contestar.

Borraré «….» de mi vocabulario
Sirvió para unir
Ha permitido desconfiar
Creando inseguridad vital.

Creyendo…
Que si un día lo hice
Abandonando mi pasado…
No hay dos sin tres
Ella será el siguiente peldaño.

Por qué razón
No se volverá a repetir
Semejante afrenta
Siendo ella la desprotegida…

Por mucho que prometa
Jure… Perjure
De mi palabra
Única firmeza que poseo
Sin creer
Que ese corazón del que desconfía
Del que tiene miedo a tenerle a su lado
Evitando que no le haga daño
Se mantiene escondida
Distancia cercana
Lejana en el espacio
Está loco por ella
Desde ese «…»

Tanto la ama
Que pensando que ayudaba
Destrozó lo que tenía
Por no cerrar la bocaza.

Se le quiebra el alma
El corazón
La cabeza
Cuando huye
Se esconde
Se mantiene en silencio
Le echa de su lado
Por no recibir un varapalo
Que parece estar esperando.

O.