Cosas que pasan…

La riada difuninaba cada mañana la clarividencia noctámbula
su rostro obligado a tantear la opacidad diaria
aquella que tanto atormentaba
desprotegido de su coraza nocturna
de las sombras que protegían su silueta.

Tras la capa conspiratoria nadie se acercaba
un fortín atormentado para su cuerpo
solapaba la candidez de su alma
agasajándola con ronroneos agresivos
suspirándola amenazas veladas
… Ni protegida
… Ni abandonada
Una simple cuestión de miradas.

Tras ella…
La nada.

Acuñados recuerdos que su mente esquivaba
personajes
instantes
sinsabores acumulables.

Delante… Una senda abrumadora y compleja
un devenir que reculaba su mente
respetaba su conciencia
amortiguando sueños
asaltaba la muralla de sus sentimientos
alcanzando el cobrizo latido de su pecho.

Un gesto oscuro
una sombra paralela
haz de luz que de eseprar no desespera
… solo observa.

Unos ojos discretos que su nerviosismo alteran.

Incapaz de someterle
de sacarlo de su cabeza
por alguna extrañeza divina
… Un motín acusado
… Una idea tatuada
Una conspiración analgésica para su jaqueca.

Ni avanza
ni simula
ni habla
… Espera.

Tranquilo
sereno
sin tiempo que apremie
sin aspavientos
con solo una sonrisa diseñada para ella.

Un corazón que late
que se acelera
deja vagar su mente
ya incapaz de disimular aspereza
sucumbe
ante aquel extraño viajero
kilométrico navegante.

La deriva le atrajo
la resaca impávida desiste
la marea
el oleaje
ni la atronadora tormenta perenne
es capaz de disuadir al viandante.

Con la mirada clavada en aquella
que ve acercarse
intranquila
desconcertada
incapaz de alejarlo
de alejarse
dos corazones latiendo al unísono
dos almas llamándose en silencio
dos… Una atracción abrumadora
en la que ninguno es consciente
del comienzo del baile.

Únicamente danzan
sellados sus cuerpos
sus ojos arden
un círculo vicioso que hipnotiza el instante.

O.

2 respuestas a “Cosas que pasan…

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