Mi niño…

¡Escucha mi niño!

Suspirando diariamente
Susurrando a escondidas
Entre idas y venidas
¿Qué castañeas entre dientes?
No calles lo que te duele
No hagas del silencio
Un concierto por protegerte
Por aislarme de tus preocupaciones
Tus desavenencias mentales
Atajando por calles para viandantes
Recreando círculos concéntricos
Alrededor de tu personaje.
Sorda me mantienes
Soy yo… La niña enamorada
Que te encandiló con su voz
Con la persuasión como bandera.
Que ha estado pendiente
Preocupada de cada detalle
Si venías
Si ibas
Si tu cuerpo respondía
Tu corazón continuaba
Latiendo por el mio
Como viceversa.

Amanecía ya tarde…
Sin la posibilidad de verte
De contrarrestar tus delirios
Tus pesadillas constantes…
De estar presente en cuerpo
No solo en mente
No solo en sueños
En tu viaje cotidiano
Sirviéndote paracaidas
De armadura
Sin necesidad de pedírmelo
De que te creyeras
Que no eras el macho alfa
Únicamente estando.
Mimándote y apoyándote.
Teniendo mi hombro
Para desahogarte
Mi abrazo
Para que sin reprimirte
Supcionases lo que mi alma enama
Respostando aire y sangre
Mi mano
Sirviéndose de ella
Subir la cumbre
Arreciar a la cresta
Sin prisa
Sin agobierte
Ni agotarte en exceso.

¿Sigo?

Corazón, alma, cuerpo, mente

Todo lo que al niño que amas
No se lo ofreces
… Lo coge sin necesidad de pedirlo
Sin un mal gesto
Sin un entredicho
Una mirada guiñada
Por que lo mío es tuyo
Lo tuyo es mío
Somos un contubernio constante
Para todo
De por vida
No para solo
Para acometidas pasionales…

¿No tienes sentimientos?
¿No lloras?
¿No te deprimes?
¿No te acojonas?
¿O eres demasiado macho
Para decir mi nombre
Mirarme a la cara
Contármelo todo
Y permitirme ayudarte.
¿Te crees más vulnerable?
Lo ineficaz es dejarme aparte
¿Cómo explicarte…
Que soy tu todo
Y tu mi contraparte?

O.

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑