Armadura forjada a fuego lento… Impenetrable tanto para amigos como ajenos
… Si sentía, padecía, o era totalmente indiferente al sufrimiento que de sus actos
Alguien debió habérselo cuestionado
Haber chequeado su mente… Conocer su verdadero estado
Un examen psiquiátrico hubiese sido suficiente… Nadie estaba interesado.
¿¿Buscar, encontrar y sacar toda esa rabia y odio acumulados??
¿¿Razonar su procedencia… Proteger al muchacho??
… Nadie dedicó ni un instante a meditarlo… No era prioritario…
¿¿Cuál era el motivo de esa crueldad??
¿¿Del odio que corría por sus venas??
¿¿La indiferencia a la vida humana??
Esa miseria animal que su mente expulsaba de su cuerpo transformada en bala
Nadie fue capaz, por miedo o indiferencia, de preguntarle lo que sentía cuando mataba… Cuando apretaba gatillo y abatía otra víctima.
¿¿Quién querría saber que por el día aparentaba??…
Que eran esas noches dónde la crueldad de sus actos le perseguía
Pesadilla tras pesadilla… Reviviendo los rostros de sus victimas
Recordando la barbarie de sus actos… Un círculo vicioso sumergido por las sombras de la noche de los contrarios abatidos.
Temían su mirada, su nocturna agonía
Cuánto sufría su alma maldita cada vez que una bala saciaba su sed de venganza.
Mitificaba su estatua… Engullía de a poco su alma en las espesas brumas de una mente acongojada
Disminuía su posibilidad de cambiar de vida… Era todo lo que ellos deseaban…
Una vida dedicada a limpiar las conciencias ajenas
La suya… ¿¿Quién, cuándo y cómo la sanaban??
No había espacio ni tiempo para el remordimiento… Para eso le concienciaron
Mucho menos debía cuestionarse el dolor y la agonía de sus víctimas, de cualquier sentimiento humano.
Que su interior estaba envejeciendo a pasos agigantados… Diluyendo.
No duraría demasiado el experimento…
O.


Deja un comentario