Llegaste…
Guiñaste un hola
Llamando a la puerta… Buscando con quién poder hablar.
Desciframos las palabras que sucesivamente iban dando forma a una nueva metodología…
Saltando de una a dos… Acabamos pronunciando buenos días, con un acento de nerviosismo al despertar.
Rebautizamos la interacción… Oral a visual
Insertamos una cama, un cigarro y un café, con un momento individualizado.
Tras ello… Un cotorreo sin pausa, con ritmo, sin rima… Sin prisa.
Pasando el tiempo sin pasar.
Abriéndonos de par en par
Dos corazones desconocidos
Desprotegidos del azar
Entrando en trance
Disparando emociones
Arengando con sus palabras
El trasvase pasional
Camuflados tras un fortín sentimental.
Nunca habíamos sentido conspiración semejante
Anclaje emocional similar.
Ahora… En la distancia… Se ansía el alma
El corazón se contonea
La cabeza barrunta ininteligible mente.
Cuando de ti no sé nada
Ni siquiera esas dos palabras y una respuesta… A una pregunta… Se desconcierta mi compostura.
Tal vez… Sea la costumbre…
Tener que excavar tu interior, para ir sacando a flote, lo más recóndito de tu ser… Aquello que bajo llave escondías… Que conseguí izarlo.
… Y cuando oído se vuelve obtuso… El corazón se vuelve taciturno… Si aún…
O.


Deja un comentario