Precario…

Marchitándose sin promoverlo
una dosis diaria de nostalgia
unos cuantos chapuzones de ron
mantenían la jaqueca encauzada
disociándole sin consenso
en noches ebrias de cautiverio
olvidando que un día hubo sol.

Tránsito paupérrimo
de propietario de un cuerpo
a inquilino de un taburete.

Cada tablero pegajoso
vacío o atestado
decrecía su consciencia
yuxtaponiéndose la quimera
cual cama analgésica.

Ensortijando su travesía
sin percatarse un instante
que permanecía estático
sobre la proa del precipicio
de la última gota de la botella.

Creyéndose reencarnado
en un caballo alado…

Aturdido… Ensimismado…
Murmurando una oración que le retrocediese el paso
a un milímetro de finiquitar… El alma se viste de gala… Presuponiendo el salto.

O.

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑