Que…

No permitas que desfallezca en esa coyuntura
Que por vicisitudes vitales os encontráis alejados
Desunidos los cuerpos
Los sentidos desposados.

Instantes que no tanteas lo que siente
Que lo mantiene en silencio
Por no angustiarte… Afligida en mutismo se mantiene
Por no desear ser un menhir en tu dorso
Un bosquejo de cipreses donde extraviarte.

Otórgala lo que posees… La lozanía de  tu naturaleza
El amor que la profesas… El brío de tu latido… El vigor de tu pasión por Ella.

¡Dila!


Cuanto la deseas… La quieres… La amas…
La disponibilidad de la que es dueña y señora de tu cuerpo, corazón y cabeza

Los desajustes emocionales que te genera su mirada lisonjera y cariñosa
La escasez de resuello cuando está a tu vera… Inhalando su aroma
Sintiendo su entrecortada respiración… Mientras la observas en sigiloso solapada a tu dorso, otea el horizonte
Haciendo cábalas de cómo será el futuro… Qué aportará el horizonte

¡No calles!

Grita al viento si es irremediable
Lo que estas deseando decirle
Apremialá a intimar lo que ronronea por su cabeza… Paladean sus pensamientos
A no custodiarlos en silencio
A que la reprocidad sea un hecho…No alardes en vano.

El amor… Arterias cimentadas de hormigón armado.

O.

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