Noches…

No dejo de ver sus caras
Dormid
Aparecen y desaparecen por arte de magia
Como un tornado…
Aparecen y desaparecen
Mudas y silenciosas
Cuadros diseñados por mi cabeza.

Rostros fúnebres
Miradas funestas
Ojos profundo y negros
Sin un ápice de destello.
Vienen… Van…
Van… Vienen…
Cada noche sobre mi catre
Deambulan sin pausa.

Sin nombre
Sin cuerpo
Solo rostros veo.

Indescifrables e impenetrables
Desafiantes y deformes
Rostros petrificados en sus gestos
Gritos ahogados en sufrimiento.

Lágrimas rojas van esparciendo
Como las tormentas de verano
Espesas y rojizas
De los combatientes
A los que he dado caza
De los civiles entrometidos
Entre mirilla y destinatario
Excusa de daños colaterales
Es lo que me convenzo.
Rostros de cuerpos sin alma
Vagando por algún lugar del espacio
Cuando me han deshidratado
Lugar de ida y vuelta a diario.

No paro de verlos
No me los quito del sueño
Me acompañan donde voy
Donde esté
Donde duermo
Si es que duermo…

No me queda nadie ya
Por las cosas que he hecho
Eran otros tiempos…
Ahora solo son rostros
Solo remordimientos.

O.

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑