Ese niño…

De qué le ha servido…
A este niño afable
de rostro carismático
mirada ingenua
coraza traslúcida
corazón obstinado
crecer en sentimientos
no menguar en el empeño
desterrar fantasmas
desacreditar miedos…
Si al darla su mano
es aire lo que toca.

Cómo pedirle…
que sienta
si girándose
no la encuentra.

Cómo rogarle…
que escuche
si al mirar
no la descubre.
Cómo explicarle…
Que son cosas de mayores
si ha dejado la cincuentena
y su mente no le corresponde.

No comprende…
Cómo se besan los recuerdos
se acarician los deseos
se posee la distancia
la voz acaricia la noche
la soledad sostiene el alma.

Solo sabe
lo que ha visto
lo que le han contado
lo que ha sentido…
que por estupideces del hombre
sin consensuarlo con el niño
le hizo pereder aquella a la que ama
creyendo que era en esta vida cuando los habían reunido…

¿Deberá esperar a la siguiente… Volviendo a tener que buscarla de nuevo… Y reencontarse si contiguas?

O pondrá resarcir los gérmenes quijotescos del hombre encerrándole en una catacumba… Y que Ella…

O.