Vacío…

Aciago faro neandertal
Debías ser protagonista
Tu esencia obsoleta
A la contra adoptaste posicionarte.

Sombrío de día
De noche expectante
Escaleras destartaladas
Un despropósito de guardacostas
Un mausoleo disconforme.

A diario similar recorrido
Atento y prudente
Tu ego y la intemperie
Una trampa gratuita
Una ineficiencia perenne.

Oteo desde la cúspide
Con las significativas gafas indemnes
Anteojos añejos
Que aún mantengo con remiendos
Como recuerdo de aquel fatídico despecho.

A través de la niebla espero
Una señal de su regreso

Imprudente traspiés desprotegido
Sin ser capaz de alcanzar
Tu ausente mano
Tu volante melena
Cuando nos disponíamos a…

Como una sirena sobre la arena
La mar aspiró tu cuerpo
La resaca acalló tus aullidos
El cuanturreo descendiente de tu alma
Unica esperanza…

Ni búsquedas
Ni rezos
Ni juramentos
Ni promesas
Ni penitencias

Dime…
¿Por qué no regresas del mumdo submarino?
Como si únicamente hubiera sido
Un chapuzón…

Enmudeció mi mundo
Quebrando mi alma
Aquel día de resaca
Con el mar como amante
Sumiendo tu cuerpo
En el sueño del reino de Neptuno
Convirtiéndote en su reina
Entre sus acuosas fauces
Desapareciendo en silencio.

Oprime mi pecho
El arrogante vacío
El ensordecedor eco
Que mudo recuerda
Que no estás ya conmigo.

Gotas encharcaban aquella tormenta
Avisaste estabas por mis gritos
Puñetero capricho
Jodido juego
Entre risas y carcajadas
Destino cruel se ensañó con Cupido.

Siento frío…
Desciendo cabizbajo las escaleras
Incauto sin fijarme donde piso
Ojalá siga tu camino.

Estarás viéndome desde arriba
Lugar donde las almas esperan sus gemelas…

Sin testamento
Sin testimonio
Sin testigos…
Subo a trompicones los paupérrimos tabloides
Desprendiendome de todo
Sin nada que aportarme
Dibujaré el salto del ángel…

O.