Momento…

No mires al cielo
Ni al infierno
No ofrecen fiabilidad
Oserva…
A lo jejos
Donde tierra y mar
Fusionan eco rítmico
De las espontáneos depertares.

Con su inmensa textura absorbente
Apaciguará los sentimientos de tu consciente e inconsciente
Esos que se asoman despistados
Si una pesadilla ha sido imprudete.

Observa el amanecer
La arena humeda bajo tus pies
La expansión silenciosa del astro
La calma lineal del horizonte
La parsimoniosa melodía de las olas
Desesperante abandono de la noche
De la aparación de las sombras corporales
Que de día son compañía.

De una idea que no ceja
Sobrevuela en derredor constante
Un devenir intrínseco en una cadeza inquieta
En un ansia constante.

Perturba la mente
El corazón resopla
Latidos persistentes
Desmembrando tu aorta
Envolviendo tu cuerpo
En una calma pasmosa.

Desempolva el deseo
De gritar
De danzar
De no parar
Hasta alcanzar el cénit.

Dando rienda suelta
A los sentimientos
Que le hacen sentir
Que proclamando
Del ocre al azulado
Que está vivo
Sitiendo el amor
Que le ha trastornado.

O.