Te añoro como el primer momento
que tras mi dorso pasaste cual comenta…
Ante mi torso un instante más tarde
sin permitir que te detuviera…
Solo…
En ese estacionario parque
donde transitaste lentamente
donde nadie detectó tu desembarque…
Amoriguaste tu presencia
creando un llameante cráter
donde se entretejió con tu esencia
en un ínfimo impás acorchetado en el tiempo
acondicionado por el erudito espacio ofrendado…
Mi cuerpo ejerció soportal improvisado
de insospechada reanimadora mi mente
mis manos de primeros auxilios
al compás que mi alma quedaba fundida abrazándote…
O.


A veces creo que el alma sabe cuando un encuentro va más allá del tiempo, y hace eterno cada momento…por muy fugaz que sea, ese momento trasforma, salvandonos de alguna manera de una ausencia que ya el alma presagiaba.
Me gustaLe gusta a 1 persona