Un…

Perturbado el latido
del ritmo cardíaco
endurece su intromisión
el subconsciente atenazado.

Armazón de hielo
se desvanece sin remedio
acatando el trasfondo infligido
en el que se debate inmerso
entre el brío añejo y el intelecto diario.

Alud mental condenado al ataud sentimtal
tras la sisa continuada del deseo
del deterioro exponencial de los sentidos
de la expropiación de la pasión
sin dar tregua al trovador
ni guiño a los cantares
que su amor canta…
Amordazado esa mirada
que ni canta
ni delira
únicamente habla y suspira
por un instante ser vista…

O.

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