Te echaré de menos…
Tras un verano intempestivo
con la llegada del otoño
es momento de despedirnos.
¡Gracias!
… Por tu cautivador cuchicheo
tu sosiego caritativo
el abrazo sigiloso de tu brisa sobre mi cuerpo
por el camastro pardo en noches de insomnio
apaciguando la ansiedad de mi deseo.
Ésa sensación de eterna paciencia
aroma salado calando mi cuerpo
refrigerio de mi mente
obsequio para mis pensamientos.
Crestas rimadas una tras otra
creando prófugos versos
permitiéndome explayar mi esquizofrenia
sin exigir impuesto por ello.
Embaucado por tu amistad
este endiablo cuerpo mío
absorto te mira en silencio
… Sin angustia
sin ansiedad
sin perturbación mental
por la galantería de tu tiempo.
Me despido…
Gracias de nuevo…
Por tu abrigo y armonía sinceros
en un tiempo andaré rulando
soltando lastre por el camino
para cuando regrese
lo haga con la simpleza de cuando era niño.
O.


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