A diario…

Que no pierda su involucrada sonrisa.
Ni la fuerza algebraica de su alma
La pureza de su mirada
Sus ojos goteen savia de algarabía
Ante la adversidad pulvericen las penas
Que no la pierda el fulgor de su esencia
Y su presencia se imante a la tranquilidad sobre la tormenta
Su cuerpo envolviéndose por la luz resplandeciente de la luna
Mientras las estrellas sintonizan la brillante melodía recorriendo por sus venas
La tranquilidad necesaria que la embauque
Nunca un muelle que la desconcierte
Ni un Kamikaze que la destartale mentalmente.

O.

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