Trato…

Como un espantapájaros la dejan
Como una fotografía antigua
en la mesa de la esquina
Una convidada de piedra
en sus comidas domingueras

Cómo se puede ser…
Cómo se puede tener…
¿Para qué la pediste
que viniera?
Te podría haber mandado una fotografía
y lo mismo sería

Mucha lágrima de alegría
tanto vosotros
como «su niño»
Lágrimas de nostalgia
por el tiempo sin verla
Lágrimas pintadas
cuando se dió la vuelta
los mismos gestos de toda la vida
O peor aun… Una línea labial rectilínea
que demuestra lo que os vale la pena

Y ése que tanto «la quiere»
Que tantas ganas tenía de estar cerca de ella… Una escueta tarde
sin perder su rutina

Por suerte…
Encontró quien sin tanta parafernalia
la cogió de la mano
se puso a su ritmo
reconfortando sus pasos

Un simple personaje
que sin exponerlo al aire
clona los sentimientos
que debería tener con su madre
inyectándoselos con un tour
por los Madriles
Unos cuantos cafés
Una charla… Escuchándola y contándola de todo y de nada

Creo que por lo menos
cuando marche
se lleve consigo
el cariño de ése
que de la mediocridad sentimental
está sobrado de a diario observar
que en silencio demuestra
qué se se siente
cómo se siente
por quién siente
sin la obligatoriedad
de darse tanta pompa, ni medalla alguna… Solo le basta con una pequeña sonrisa y una simple mirada.

O.

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