Bajé la cabeza, la escondí entre mis brazos y mis piernas, como los avestruces la esconden en la arena.

No quería ver lo que veía, no quería leer lo que leía. Solo quería esconderme de este presente, de este momento.

Incrédulo por lo que me estaba sucediendo. No lo merecía!!

Cómo odiaba, cómo quería… Qué contradicciones, cuánta rabia y dolor sentía…

No merecía esto, merecía una explicación, cara a cara, que me mirara a los ojos y me explicara. Lo prefería, aunque sabía que me dolería más, lo necesitaba, lo merecía.

No era valiente, era demasiado cobarde, para mirarme y decirme lo que pensaba, para contemplar mi rostro, para decirme lo que debía decirme a la cara. Prefirió una fría y cobarde despedida.

 

Un wasap!!

Con solo dos palabras, “Te abandono”

Me había ido echado de su vida, de su lado, poco a poco, de la manera más dolorosa, gradualmente. Dañándome de a poco, consciente o inconscientemente, ni lo sabía, ni creo que le importara.

Hubiera preferido un corte limpio, rápido. Que hubiera dolido, pero ya hubiera acabado.

 

Me levanté, y, como pude, llegué al baño. Logré llegar a tiempo de echarlo todo lo que tenía dentro, todo lo que llevaba cumulado, incluso lo que pensaba que podía llegar nuevo. Quedé agotado, de tanto dolor y tanto esfuerzo por expulsar toda la mierda que llevaba dentro.

Me di una fría, me sequé, me vestí y salí caminando sin rumbo, sin un destino fijo.

Recuerdo, después de horas de caminar, es la barra de un bar, vista desde la oscuridad de una mesa en la que estaba sentado.

 

Comencé por un wisky, saboreándolo, encendí el primer pitillo, parecía que me iba relajando… Al primero siguió un segundo, un tercero, un cuarto…, ahí deje de contar los que iba tomando.

Una eternidad después, ni sentía, ni padecía…, solo podía mantenerme sentado.

Pensando!!

Mi mente no aceptaba acabar sin una explicación, sin un motivo o una razón… No aceptaba una despedida por wasap.

Era la primera vez que me dejaban…, a mi, cómo se atrevía a semejante falta!!

Era yo quien con jugaba, quien despedía, quien echaba… No quería relaciones largas, rápido exigían lo que no podía darlas. Prefería las cortas y rápidas, sin exigencias, sin promesas, sin mentiras, sin excusas,

sin …

Me habían calado, había recibido de mi propia medicina!!

Me dolía ser yo el cazado, la presa, y no el cazador.

No estaba bien lo que había hecho, había cambiado las reglas del juego.

Solo recuerdo que seguí bebiendo y fumando…

Después nada, un vacío, sin un solo recuerdo…

 

 

Desperté de golpe, y fui a coger un cigarro.

Pero no podía moverme, esta como anestesiado…

 

Qué dolor de cabeza… Qué frio… Qué incomoda la cama y la almohada…

Qué…

Dónde coño estaba???

Esta luz blanca… Esta camisa rara… Dónde estaban mis brazos??

 

Mis manos…

Qué pasaba??… Dónde estaba??

 

Noooooo!!!!

De repente recordé lo que no quería recordar, lo que mi mente me había escondido, había guardado bajo llave, para no hacerme más daño!!

El recuerdo de aquella noche, esa que recordaré de por vida!!

Esa vez no fui directo a casa, fui en su busca, a pedir las malditas explicaciones que seguía creyendo que merecía.

Me los encontré en la cama, en pelota viva.

Acariciándose, amándose, follándose, como antes conmigo lo hacía…

Y según me ha explicado mi abogado, fui a la cocina, cogí el cuchillo que sabía donde lo tenía, y los destrocé a ambos a cuchilladas. Una tras otra, desfigurándolos las caras y los cuerpos, sin dejar ni una sola zona sana.

A ambos les corté los huevos y las pollas, y se las metí en las bocas y en los culos, a cada uno lo del otro, para que así se sintieran juntos

Jajajajaja!!

Me despaché a gusto. Enloquecido de amor y odio, consumé mi venganza.

Venganza por la que pagué un alto precio, pero valió la pena…

 

LA LOCURA ETERNA!!

 

Ahora ya da lo mismo. En una habitación blanca. Las manos atadas.

Solo puedo dar gracias a Dios…

 

Ya no recibo más wasap!!

 

O.R.

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