Soy ignorante pero no soy un necio.
Cuando yo voy tu ya vienes y eso te irrita.
Intento aprender pero tu soberbia me humilla.
Digo que tengo razón, sabiendo que estoy equivocado, para que tu ira te haga perder los papeles en este combate desigual.
Soy un ignorante pero no soy un necio.
Tengo que aprender a marchas forzadas para no perder tu estela de suficiencia.
La noche ya está cayendo y a ambos nos llevará, el tortuoso camino ya está andado.
Tu ira y mi ignorancia se quedaron atrás, en la oscuridad nuestras almas viviran en paz.

Me gustaLe gusta a 2 personas

El odio es prepotente pero no inteligente.
Yo soy ignorante pero no soy un necio.
Después de embestir sin piedad te vuelve la cordura y ves has vuelto a caer en mi trampa.
El ignorante te ha demostrado que tú no has aprendido la lección y sigues repitiendo los mismos errores.
Ahora soy yo el maestro y te hago la pregunta:
¿Quién es más ignorante, el que no sabe o el que no quiere aprender?

Me gustaLe gusta a 1 persona

No, para nada yo también, me suele perder la boca y respondo, sin mala intención, pero metiendo la pata.
Te entiendo, conozco esos días que te tumban y, sin que te de tiempo a levantar, te vuelven a tumbar. La actitud es la que has dicho: «Un mal día o mal momento, no hacen una mala vida»
El me gusta es por tu honestidad, la explicación no hacía ninguna falta pero también te la agradezco, no por el día de sombras que has pasado.
Gracias de nuevo, un saludo.

Me gustaLe gusta a 1 persona