Un día cualquiera llegó

Tranquila… Serena

Como aquellas que se saben poseedoras

Sin la necesidad de pavonearse

Sin aspavientos… Sin apabullarte

 

Entro por la puerta pequeña

Sin ruidos… Sin estridencias

De a poco fue adueñándose

Motivándose por tus reacciones

Por tu insignificante talante

… Aceptaste

 

Una caja de sorpresas

Sin nadie que la parase

Tu control creías innecesario

… Te equivocaste

 

Se adueñó de tu vida sin darte cuenta apenas

Tu cuerpo fue vía de expansión perfecta

Entró sigilosamente en tu mente

Se hizo pasar por ángel… Nada… Nadie que cuestionase

Era tu corazón lo que realmente envidiaba

… Lo que necesitaba para sanarse

 

No mostraba demasiado interés

Se sentía dueña y señora del devenir de la vida

Sin saber que es una constante variante

 

Solo si te ausentabas más de lo estipulado

Si llegabas un poco más tarde

Tronaban los cielos y los infiernos

Sacaba su lado salvaje… Un demonio con cara de ángel

Su egocentrismo se volvía carroñero

Olfateaba tu cuerpo… comprobaba tu estado

Chequeaba cualquier insignificancia que considerase alarmante

Dudaba de ti… Dudaba de todos

¿¿De ella dudaba alguien??

… Era enigmática

 

No se plegaba a tus necesidades

… Ni a tus deseos

Eso te mantenía inquieto… Ansioso por darle

Por ofrecerle cualquier presente que la agradase

Te permitía lo justo para sosegarte

Lo necesario para evitar tu desgaste

Perdieras la paciencia… Conocieras su estrategia

 

Te ofrecía cada día un detalle

Tú… Tu necesidad se mantenía alerta

 

Desafió tu mirada

Con esos ojos verdes

Sus pestañas negras como el azabache

Se insinuaba como una colegiala

Te atraía como una mujer experimentada

Todo virginidad y lujuria en una sola pasada

Eso te excitaba… Cautivaba tus sentidos

Enmudecía tus palabras

… Lo sabía

… Desnudaba tu alma con su mirada

Esa… Dulce y cariñosa

Cruel, evasiva y envidiosa… Encauzado te poseía

 

Sabía cómo mantener la cuerda tensa… Desafiándote

Manejaba el juego como experta… Obsesión era su aliada

Sabía cuándo darte carrete… Cuando aflojar para no romperla

 

Sus labios carnosos… Devoradores de sueños

Atraían tus sentimientos… Envacaban tus emociones

Jugoso y melosos… Ciego ante tal despliegue de deseo y ternura al mismo tiempo

Sabía cómo besarte… El que era necesario en cada instante

Como dejarse acariciar con tus labios

Como activar tu deseo y tu necesidad de poseer su cuerpo

Exhausto… Taquicárdico

Siempre expectante de nuevas tentaciones a las que agarrarte

 

Su figura delimitaba la perfección de Miguel Ángel… Ni su Capilla Sixtina

Ni todas las obras de arte

Su cuerpo era escultura andante

Curvas grácilmente delineadas

Color atrayente a la mirada… Marrón sonrosado

Inimaginable

 

Se acerca en sigilo

Te rozaba con su desnudez palpitante

Te erizaba el bello y lo que necesitases

Estabas atrapado… Conquistado y arrodillado

Nunca hubo necesidad de derramamiento de sangre… Sin lucha

… Solo con arte

 

Te mantenía en tensión constante

Tu virilidad era tu perdición… La mejor arma para acomodarte

Te ofrecía de a poco sus manjares

No permitía brusquedades… Te exigía que te deleitases… Poco a poco

Saboreando todas y cada una de sus partes

 

Comenzabas…

Continuabas…

Acababas…

 

Dejabas paso a sus necesidades…

Nunca te defraudaba… Cada vez era diferente

Una experiencia excitante

 

 

Pero…

Quisiste más

Quisiste protegerla esconderla para siempre… Acabar con su libertad

Secuestrar su cuerpo y su alma detrás de un escaparate

Ser tu quien dominaras… Cambiar el reparto de los roles

De dominado a dominante

… Te equivocaste??

 

Teníais un buen “acuerdo”

Dependiendo de a la parte que preguntases

Ella perfectamente… Tu cada día con más necesidades

 

No se te ocurrió comunicarte

… Ni a ella preguntarte

Una colisión de cercanías

Un despliegue de heridas

Cicatrices no cicatrizantes

 

No te era suficiente con lo que te daba

Tal vez parlamentado se hubieran omitido futuros males

Hablando se entiende la gente… No l@s opresor@s

Ambos deseabais llevar la voz cantante

 

La avaricia humana es una constante

Es la desdicha de l@s ignorantes

Un@s por mucho… Otr@s por poco

… Relaciones inestables

 

Te abandonó sin pena… Con rabia

Sin ni siquiera una palabra escupida con odio

… No eras merecedor de ese detalle

 

Por tu lado tampoco lloraste su partida

Habías aprendido bien el juego que la atraía

Sabias que si hubieses ido tras ella…

Pero no necesitabas postrarte

 

Te sometió… te enseño

La siguiente…

 

O.

 

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