Suave frenesí destierra

coqueteando su dorso

cual rasgara las ligaduras de una guitarra

alambres armoniosos que regeneran

un sentimiento apasionado

tan aletargado como inquieto

con inusual virulencia.

 

Dulcifica el fugaz fotograma

danzando sobre la tormenta

pariendo bajo ella calma

acompasando el ritmo

a la sentencia

que los acordes ardientes emanan.

 

Ardiente yuxtaposición

tan melancólica como profana

bajo el telón revolotean

pasión y fervor

dolor y tristeza

cubierta emocional de sábanas doradas.

 

Se atraen mutuamente

en la penumbra de la madrugada

miradas que se cruzan

que cortan la distancia que les separa.

 

Desconocen pasajes anteriores

de vidas pasadas

sin evitar enfrentarse gemidos desatan.

 

Se sienten en este instante

el aquí

el ahora

el devenir

el pasado

qué importa…

 

En la oscuridad se buscan

se rozan

se asían con fuerza

no debe ser noche perdedora.

 

En el silencio asoman

acordes funestos

que prenden sus cuerpos

mientras almas libres rondan.

 

Sin danza

Sin música

en silencio enarbolan

un sueño

una idea

una espina dolorosa

clavada en su corazón

solo se tienen aquí y ahora.

 

Música pasionaria

danza sentimental

confabulan un sentimiento

devenir idílico embriagan

rescatando una idea

… una promesa los ata.

 

No preguntan… Callan

No intercambian miradas

cegados lagrimales

ojos opacos enmascaran

silencio que por sí habla.

 

 

O.

Poesía