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Tintes risueños

de una situación comprometida.

Podría ser un chiste

una comedia… Desde cualquier otro punto de vista

 … Ni puta gracia tenía

incluso temor generaba en mi alma

la exacerbante melodía que tarareaba mi corazón

cada amanecer de un nuevo día.

Resaca

Inquietud

Deliberación

Exasperación

por aquella desconocida.

Recuerdos míos

o de un extraño

mi mente palidecía

delimitando mis entrañas

la puerta de salida

sin dar continuidad

al estudio que su silueta requería

mi subconsciente disimulaba

la consciencia cerraba filas

la conciencia sellaba palabras

… Qué alternativa existía

capaz de saciar mi ignorancia.

Quién era ella

Quién yo

Aún sabiéndolo desconfiaba

decapitaba lo que reconocía.

Un café solitario

… Confuso

un cigarrillo pausado

… Socavando

tanto melodrama

tanta algarabía

… Qué me acongojaba

La verdadera razón por la que yacía.

Saboreé la realidad con cada calada

emancipándola de la quimera

enterrando los sueños

enclaustrado cualquier hábito de apatía.

Ladeó la sien

dejando en evidencia

tamaña hipocresía

reconociendo su semblante

sus ojos

su sonrisa

el despertar ingenuo de cada día.

Miradas cruzadas

ojos se aproximan

cuerpos que vocean

suspicaces palabras

resolviendo la incógnita.

La realidad emerge

sumergidos los nubarrones

la luz desvela la guía

el sosiego resuelve mi duda

desapareciendo angustia y melancolía.

– «Pensaba…

  Es evidente que estás.»

Ella permanecía.

O.

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