Si pensara…
Convulsa esperanza dirime su pensamiento.
Compungido resquicio socava
la represión adversa
por sajar la solera,
cúpula cogestionada,
del sarcófago mental,
claustro palpitante que su psique rezuma.
Capazo.
Mordaza.
Venda… Compungida dama añoranza mana.
Sumisa efigie zozobra incrédula,
opaca silueta,
recela ansiosa de una espera enredada.
Por ser conquista vaga,
ínfimo instante ampara y separa,
por una mano sinuante que reclama,
por un caballo de troya
que desarma su coraza.
A sabiendas que tras él
retomará el tormento,
la nostalgia diaria que acarrea el yunque,
adultera ola que fornica la desgana,
despierta la vulnerabilidad
bajo la que su pasión se hospeda… Expeditivo drama.
Intuitivo discurso alimenta,
la inquina, el resquemor… Devastadora odisea insana.
Despreciable sospechosa encara,
si su pertenencia,
sea herencia nómada o comparsa ajena.
La reyerta encubierta desalienta el borboteo,
irrumpen disuasorias compresas
mientras la esquizofrenia alimenta
el apetito por copular con su añorada siamesa.
Conspiración maquiavélica… Reza e implora,
evadiendo la trama,
reposo que la consciencia exigente… Impaciencia incierta
entre cuatro laderas blancas
bajo un claustrofóbico firmamento… Encasillada.
Aislamiento perimetral
de una ánima alojada
en las confusas trivialidades
de una fórmula algebraica inexacta.
Extremidades sumisas sobre el dorso,
mirada sesgada, enfermiza y posesa
desquicia la receta que pacifique la lid interna.
Intuición castrada por una memoria amañada,
incapaz de asir su diámetro,
versarlo en su anonimato, orquestada disyuntiva,
como único fin del poema.
Retales afrodisíacos
iluminan un ápice la tragedia.
Diseños enajenados
supuran la escena disparatada… Tragicomedia.
Espectros, como personajes de reparto
son la escasa claridad que retrata la demencia.
Ante singulares circunstancias
yuxtapone letras y palabras inconexas, saldos novelescos
pinceladas negras sobre papel opaco, que refrenda la ofensa de la que sus sentimientos son presa,
su cuerpo reo, su vida un vía crucis sin tregua.
Mísero epitafio que rubricará el escenario,
cuando los focos mengüen, la platea se diluya,
el telón amanse la fiera.
Sola… Postrada… En prorrogada alerta.
Tal vez… El devenir repatríe, lo que soterró la guerra.
O.
A veces, demasiadas veces ocurre que el pensamiento surge de un sarcófago infectado de las necedades que nos rodean. Me gusta. Salud y saludos.
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gracias Iñaki
pensar debe ser un arte, cada vez damos menos trabajo al seso
saludos
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