Afrenta

Rufianes y fariseos

personajes de baja estopa

de cuna ingrata

rocambolescos mediocres 

voraces gargantas.

Casanovas de medio pelo

ministerios del tiempo sisado

apocalípticos predicadores

echando cartas al vuelo. 

Especímenes analfabetos

de sabios y curanderos

paupérrimos bucaneros

encallan fragatas, yates y veleros.

Por qué cuestionáis casa ajena 

mientras la propia 

se sume en tinieblas…

Ni luz

ni agua

de sobra moradores apropiados

de facto

sin derecho.

Esquilmasteis durante décadas

con los garras atestadas

con los garfios inquietos.

Aporreáis las teclas

que refrescan la melodía 

desdibujáis la armonía 

oprimiendo con ignorancia 

o peor aún… Con inmundicia 

la mano que os alimenta. 

Fácil es exigir 

con la barriga llena 

con mocasines, trajes y corbatas 

con la simbología en la cartera. 

Despreciable batalla 

la que mana de la rabia

de la hipocresía e indiferencia 

expropiando lo contrario

a vuestra ruin naturaleza. 

Qué bastaría para acallar

esa falsa apariencia 

la socarrona envidia 

que destrona la pureza. 

Especulativas ridiculeces

reflejadas cada amanecer 

enfrentadas a la figura que se refleja 

sin percataros que sois vos 

y no los de la otra acera. 

Marejadas de palabras

memorándum de estipes insatisfechas

por la inutilidad que os ampara

por la ansiedad de la sospecha 

por desear lo del vecino

pecado capital acarrea

vuestro epitafio lo expondrá de corrido

el humillado poeta. 

Carreteras salpicadas de metáforas 

sin rima

con rabia

aunque, probablemente,

no conciliareis con la idea

tras el sauce que esconde

la sombra que observa

amilanada y silenciosa

por si aún bajo tierra

la asumís como vuestra.

Escasos estudios en vuestro dorso

exceso chapas en las pecheras. 

Oleaje de versos 

desmitificarán vuestra causa 

la que hospeda hipocresía, alevosía y bravatas

kamikaze somnolencia que expone vuestra diatriba 

exceso de recelo sin prudencia

menguados de recursos y recuerdos

incapacidad intelectual acuñada

sois retales de cerebros

impuestos por una pandemia. 

Quijotesca poesía 

por su semblante recalca

las aptitudes y actitudes 

de todos y nada. 

Una línea roja 

bajo un oleoducto sin pausa

las prisas voraces

de sembrar analfabetos 

que encumbre vuestra minucia. 

Sometiendo la sobriedad ancestral 

afilando la navaja nómada 

acuñando las monedas sisadas

con disidentes de la mano plana

de la compartida

perennes del puñal

de saja la hucha

asumiendo suyas

las fatídicas 30 monedas. 

O.

Poesía

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