Contonea el aire viciado
frente a mis «ecuánimes» ojos
atesorando que te acercas
mientras va pasando…

No cejes en tu empeño
danza entre bambalinas
un privado consensuado
tras la orquesta opaca
el espejismo consumo
el enamoramiento de este diablo.

Mueve tu corazón
evitando petrificarlo
disuadiendo a otros
al mío abrasando.

Al ritmo que marque tu cuerpo
al compás del sesgado
al son de los gemidos bajo las sábanas
… Acordes suspirados entre fieras
disfrazados de sepulcral anhelo
pinceladas de enfermizo deseo
del que sumido en la penumbra
es incapaz de seguir sesgado.

Un destierro ocasional
preludio de infarto
bajo la máscara
un personaje corriente
un sincero elocuente
un nostálgico de tu zarandeo
… La promesa de su alegato
la disponibilidad de su tiempo
entregada a tus manos.

O.

Poesía