Para que alargar preguntas
a sabiendas que lo mantuviste deshilachado
por si me acercaba en exceso
por una interna necesidad de espacio.

Un sencillo corte
directo a la aorta
permitirá que continúes sin explicar
sin la osadía del que vino a ti
del que quiso estar.

Una minúscula aguja a la yugular
estocada mortífera sin marcha atrás.
O saca la espina roja que tapona el manantial
que fluya
que diluya su alma en la mar.

Échame de tu lado
tan sencillo como «deseado»
Dime que no me quieres
que todo fue un juego premeditado
con naipes marcados
o una partida de damas donde el hombre se mantiene observando.

Dime que ya no me amas
o que de eso iba el relato
un juego de palabras
que me dejen atorado.

Que fui un resquicio
en el interior de un tornado
aun consiguiendo entrar
no era del agrado
excesivo empeño y entusiasmo
convertido en incómodo alegato.

Demasiado cerca
demasiadas preguntas…
demasiado confianza para un invitado.

Pídeme…
Que abandone mi locura
que recoja el equipaje de mano
salga por la ventana a oscuras
en silencio
sin ruido innecesario.

Exige…
Que desaparezca.
Recoja el billete que me has comprado
sin preguntas
sin respuestas
… No eres necesario.

Enfila el andén
sin echar un último vistazo
de nada me serviría
el manantial está clausurado.

Miénteme…
Sin mirarme a los ojos
bajo ese velo opaco
sin pronunciar palabra
ni siquiera te…

Reitérate en tu opinión
en ese injusto anonimato
y dime que lo nuestro no existió
que por eso no ha acabado
… Una apisonadora sobre un soldado.

Y me iré…
Cabizbajo
Taciturno
Sin saber qué ha pasado.

Intentado asimilar lo imposible
averiguar en qué he fallado.

El alma quebrada
los sentimientos desmenuzados
la mente decapitada
y el corazón…

Si es lo mejor para ti…
En ese caso
no importa la sombra del viajero
que marcha encorvado
por el dolor que el amor le ha causado.

O.

Poesía