De infames calificas mis verdades
escupiendo la palabra con agresividad
palpitando tus labios con rabia
mientras la víbora entre ellos
sigilosa permanece inmóvil
esperando una contracorriente
para satisfacer su ansia de disparates.

Por qué ese desprecio se aferra
a una hoja escrita
donde anidan retales de otra
donde tu «objetividad» no tiene aceptación
ni tu frustración cabida.

No simules excusas superfluas
No enarboles tu altanería
si tanto rencor te revierten
por qué continúas…

No apelan a ti
ni te nombran
ni recuerdan
ni disimulan lo contrario
… Eso es lo que te jode
lo que hiere tu «modestia»
la inexplicable indiferencia
con que desdeñan tu mundo
aquello que crees
que meces a tu antojo
que obedece ciegamente
tu insulsa existencia.

¿Por qué derramar lágrimas
sobre el vacío sentimental
que representas?…

O.

Poesía