Cuando te acuestes
termines de enredar con la sábana
amarres la almohada
como si en ello te fuera la vida.

Piensa que no estás durmiendo sola.

Que entre las sombras
no en cuerpo
un recuerdo
un sentimiento
se recuesta a tu lado.

Susurrándote…
Recordándote…

Que no te ha olvidado 
que en sus noches blanco
regresa a tu lado.

En mente disparatada
se sienta en la silla
observando…

Mientras piensa
y si se acomoda a tu vera
en una esquina
que no te des cuenta
viendo
cómo reposas
qué sueñas
cómo descansas
cómo te sientes a solas…

Se retuerce
de angustia
soñando
reencarnarse en ese cuerpo
que pueda estrecharte entre sus brazos
sin que te percates
de su presencia
solo de su esencia
mantengas las ganas
de ese reencuentro
cuando en cuerpo
las buenas noches
sean con un beso
los buenos días
con aroma a café
a erotismo personalizado.

Perfila
la escena
la estratagema
por el día
por la noche
la recrea.

Aunque sabe de su complicación… Tal vez sea más sencillo seguir soñando.

O.

Poesía