La «puta» realidad de…

Truena ingrávida la voz del pregonero
Sin interiorizar su propio opio
Una arenga exponencial
Divisoria entre flaqueza y ayuda al sereno.

Gritos cual susurros
Entre gemidos térmicos
0scuridad en rostros
Cúmulos de barro, heces y lodo.
Recreando máscaras
Aparentando festejos
Lo que proviene difiere en exceso.

Hombres a ambos lados
Con indumentarias diseñadas con jirones
No hay remendonas en ningún bando
Solo hombres del campo.

Peregrinos de su siega
Desterrados de sus quehaceres vitales
Un fusil y cuatro balas
Obligados a servir de riadas
De eco
De sacrificio
En una guerra que no les ataña.

Abandonan la comodidad de las trincheras
Ángel de la guarda
Que en las noches de luna llena
Sirve de guardia
De los llantos propios y ajenos
De las bravatas timoratas
Escudo protector de balas perdidas
Del frigorífico nocturno que la sangre hiela
Del horno diurno que incinera.

Atropelladamente
Sin correlación evidente
Embriagados de pesimismo
Acometen
Envidando
Por si los naipes mienten.

Dietes sinfónicos
La Navidad adelante
Las panderetas constantes.

Las miradas exponen
Cuerpos sobrantes de peso
Escasos de fuerzas
Un hilillo de bilis escupe lágrimas.

En un fugaz temporal
Cada cual elige pareja
Como si del carnaval de Venecia
Se tratase
A nadie
A todos
Exigencia combativa
Con la mente en otra cita.

La nostalgia
La añoranza
La discriminación diaria
Decreto palaciego
Sentencia de la ruleta.

El previsible canto de los mozos
Se reencarna en aullido de fieras.

Dos hombres actuando
En un escenario rocambolesco
Como un espejo relejando
Su propia efigie
Consanguinidad inédita.

Repartiéndose la tarta de cumpleaños
Dos gemelos estupefactos se observan
Estudiándose mutuamente
Los ojos sanguinolentos no dan tregua
Una entre… Probabilidad de abrazarse
De contar, cantar,…
Expresar el amor que se profesan.

Empitonadas las agujas del reloj
Tardaron una milésima infinita en darse cuenta
Excesivamente cegados
Incrédulos por el lugar acordado
Festejo moribundo de sus cumpleaños.

Imputadas las dagas en las fauces de los sentimientos
Incapaces de retornar en el tiempo
Arrodillados
En sepulcral silencio
Gotas dulces asean sus rostros
Por fin se reencontraron.

Se encomiendan
Se jactan
De Dios
Del Diablo
Entre balbuceos perentorios
Risas esquizofrénicas
Simulan un fuerte abrazo.

Mangueras cobrizas
Obsequio macabro
Recrean la charca
Donde de críos se embadurnaban
Jugando a ser soldados.

O.

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