Necesidad…

Ni indecisión
Ni cobardía
Ni pánico
Por abandonar
Mi estado palaciego.
Sin obligatoriedad permiso
Ni explicaciones necias.

El tiempo necesario
Para confesar mis pecados
Recitar una plegaria
Buscar un mapa
Tirar al azar
Un dardo afrodisíaco
O una moneda amañada
Diseñe el itinerario
Y sin más preámbulos
Emprender la marcha
Del tetris retardado.

No será sencillo
Ni directo
Es evidente
Acarreará de la fortuna
Que nunca escoltó
Dar con tu paradero
Con tu residencia
Será arduo y laborioso.

Tal vez tú bajando
Yo subiendo
Caprichos del destino
De un «algo» nos interpuso
Uno frente al otro
Sin explicación.
Ahora al despiste apuesta
Con motivo y justificación.

Un método delicado
Ir embrollando el cordón cobrizo
Que liga tu corazón al mío
Las almas y mentes
Que ese extraño anudó.

Encontrar el rastro
Por el aroma de tu esencia
Por tembleque de los adoquines
Tras tu tránsito
La mirada embobada
De personajes embobados
Y los destellos
De los peregrinos satisfechos
Por tu visión.

Aunque…
Porfiaría que cualquier perro
Sería más convincente como guía
Que cualquier espía.

Aún con ese rechazo que acarreo
Por no hacer caso
A mi corazón en su momento
Merecerá la pena encontrarte
Verte…
Si no de cerca por ser tu deseo
De lejos por recrearme con tu presencia.

Conocer de primera mano
Tu estado
Protegerte y cuidarte
Caminando tras de ti
Hasta que un día…
Por amor
Apetencia
Tozudez
O pena
Detengas el paso
Me concedas un lapsus
Para mantener esa charla
Tanto tiempo indispensable
E inexcusable por su dejación.

O tal vez
No de con ella
Persiga una sombra
Con excesiva delantera
Que no desea ser encontrada
Una trotamundos que no anda
Se desliza acelerada
Deba emplear el resto de mi vida
Porque sin ella
Ni resto
Ni vida.

O.