Yo a ti…

Mi más ansiado obsequio
Sería ser el albacea de tu cuerpo
Contagioso destino
Privilegio competitivo.

El testaferro de tu corazón
Sin caparazón
Ni escudo
Discerniendo su camino
Sin extenuante presión.

El oráculo de tu mente
Patrona de sentidos prácticos
Incapaz de someterse
Al desajuste del extravagante pretendiente.

El guardaespaldas de tu alma
Divagando a su libre albedrío
Enfilando si la encuentra
Aquella con la que danzará
Por el devenir infinito.

El espejo de tus sentimientos
Reflectantes privilegiados
Para el que vayan destinados
Sin ser pertenecientes
Salvo a tu más íntima elección.

Por quererte…
Por la pasión por tenerte a mi lado
No tengo el derecho de ser el afortunado
Únicamente la posibilidad de enamorarte a diario
Utilizando el corazón desnudo
Los sentimientos complementándolo
Mis ademanes yuxtaponiéndose a las palabras que mis labios relatan…

Aperturando el telón del escenario
Donde cada acto es un hecho
Cada hecho un ladrillo colorido
Que no te mantendrá indiferente
Diseñando un sendero pintoresco
Por el que haremos camino 
En un devenir vitalicio…

O.