Lo único…

Cuántos años pasados…
Penados sin tu compañía
Sin tu sonrisa y risas
Sin tus elucubraciones
Sin tu figura sobre la mía
Sin la fragancia que envolvía nuestra casa…

… Momificada por ese silencioso delincuente
El olor a rancio de la penumbra
La salvaje melancolía en el ocaso del día
Y las noches…
Vueltas y revueltas
Incapaz de pacificar la odisea sensitiva
Tras la cabrona estocada…

Recuerdos desgastados
De tanto rememorarlos
Cómo era
Y cómo he cambiado…
Él… También lo recuerda
Y espera… 

Los años los llevo tatuados
Cargamento pétreo
Cuatro pilares de acero rectos
Uno cruzado.

Años…
Cavando y extrayendo como un esquizofrénico
Un jabato excéntrico
Para aglutinar lo necesitado…

Una batalla diaria
Apenas un trozo de hogaza rancia
Y un trago de vino barato.

De qué sirve llegar a «casa»
Destartalada
Vacía 
Sin alma.

Ese lugar pasajero
Donde pasar las noches en vela
Momentos de reposo físico
El mental inadmisible.

Inapropiado para sanar las heridas
Cicatrizar las llagas
Reparar mis herramientas
En espera de la siguiente bajada…

“Casa” que me envuelve
Manto de soledad oscura, fría y amarga
De espantosa espera y triste desesperanza
“Aliviada” por el aroma a sangre, sudor y lágrimas
“Hogar”… Sin delicadeza humana.

Desesperado de toda esperanza
«Agasajada» mi atolondrada mente
Emborrachado mi agrietado corazón
Domada mi sumisa alma…
Paso mi tiempo acumulando plata…
Moneda de cambio del trato
La otra mitad… Mi propia alma.
Paso mi tiempo acumulando plata…
Moneda de cambio del trato
La otra mitad… Mi propia alma.

Un dóberman de la mina
Un avaro de plata
Un as del pico y la pala.

Ese fue el trato entre «caballeros»…
Una ingente cantidad de plata… y mi quebrada alma
Por la tuya recompuesta y sana.

Yo cumpliría mi parte
Él…

Debía confiar que lo haría…
Te permitiría retornar del inframundo
Regresar sin recordar
Despertar en nuestra cama
Nuestra casa
… Sin la presencia del que escribe estas palabras.

Tu subirás…
Yo bajaré…

El pergamino sellaba el contrato
Con sangre negra de la mina y roja del alma.

Te dejo esta misiva
De primera mano conozcas
La realidad de mi obcecación obsesiva por acumular y acumular la plata.

Un conductor borracho…
Tú…
Él…
Único espécimen que me dio una… “esperanza”
El menos indicado para recibir mi confianza
Pero…

Nadie…
Nada…
Se asomó por casa
Con otra estrategia
Con otro tratoO cantinela
Ni una sola palabra… Ni mano como emblema.

Conseguiría al menos
Uno de los dos deseos que anhelaba…

O.

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