Para tí…

Me enamoré de tus pardos ojos
De tu sonrisa colegiala
De tu contagiosa risa
De tu alegre mirada
De la expresión de tu rostro
Los gestos y las muecas me volvían loco.

Sonrojaste mi cuerpo con las suaves caricias de tus manos
Reviviste mi alma con la pasión desenfrenada de tus dulces besos
Resucitaste mis más íntimos deseos reavivando el fuego emocional de mis sentimientos
Dulcificaste mis sueños susurrando palabras melódicas en las noches viento.

Así continúa…

Desde el amanecer hasta el ocaso, incorporando el sueño entrelazados…  No puedo evitarlo… Sigo enamorado.

O.