Y qué…

¿Qué la dirías?

La preguntaría suspirándola…
Si aún le queda un hola
Si un buenos días
Con un café y un cigarro
Unas buenas noches
Acompañándola a la cama de la mano.

Si las brasas siguen inalterables
Recorriendo sus venas diariamente
Si consiguen cuando atraviesan el corazón acrecentar la llama.

Si hay lugar en su vida
La llave de una casa
Construida por mente y sentimientos
Para un excéntrico pasajero
Que baje en su estación
Buscando alojamiento conjunto o cercano
Para un matrimonio o un noviazgo
Según sea su deseo en estos momentos.

Dándola nada que no desee
Todo lo que poseo
Cogiéndola la mano
Sepa que la acompaño
Aposente en mi pecho
Cuando necesite un reposo
O el calor humano en un momento complicado
O simplemente calidez sensitiva
Sus piernas las masajee
Después de un kilometraje excesivo
O unas caricias estimulantes para rehabilitarlas.

Una voz al oído que la diga «te quiero» demostrándoselo en todo momento promulgándola sincera y verdaderamente amor de por vida.

O.

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑