Has recibido alguna vez
Un obsequio disfrazado de sorpresa
Llamando al timbre de tu puerta
Sorprendida y nerviosa
Sin saber si abrir
O atrapar el silencio
Y…
Tras varios segundos
Pareciendo años
El corazón te dió un volteó el dilema
Encontrándote con esa persona del pasado… Rehabilitada en el presente
Con una rosa en la mano y un «hola» como presente…
Te dió un dulce beso
Ante tu atónita mirada
Una caricia mientras le caía una lágrima
Observando inquieto y nervioso cómo reaccionabas…
Ante tu mirada incrédula… Dió media vuelta
Proponiéndote esperarte
En la terraza de abajo
El tiempo necesario
Bajo el sol o la lluvia… Ardiendo el termómetro o estalactitas marcando los grados.
Sentado inquieto e impertérrito
Sin ser capaz de adivinar
Si aceptarías su perdón
Si bajarías a su lado
Te sentarías… O continuarías tu camino sin ni siquiera echarle un vistazo…
Volverías de madrugada… Y le encontrarías aposentado en el mismo lugar, con más cafés de por medio y más colillas en el cenicero.
O.


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