Robado!!

Entró por donde nadie esperaba, por la puerta de entrada, sin esconderse, sin pestañear, como fuera la dueña de la casa.

No necesitó llamar, la puerta estaba libre de cerrojos, candados y pestillos, nadie la guardaba. No había ni fosos ni centinelas, ni una triste alarma que hiciera tocar la alerta de su entrada.

 

Entrada pausada, tranquilidad y calma, de habitación en habitación jugando con el factor sorpresa. Nadie la temía porque nadie la esperaba.

 

En su saca guardando iba todo lo que a su paso encontraba, joyas, relojes, dinero y hasta los enseres de la cocina, cualquier cosa válida de ser vendida o llorada. Entró y salió de la casa sin reparar en quien y como se quedaba. No dejó títere con cabeza, las habitaciones, baños y cocina desvalijadas, se lo llevó todo, no dejó nada.

 

Hubieras podido perdonar, si supieras la causa de tal afrenta, esa obsesión por robar, por perpetrar semejante afrenta.

Le hubieras dejado pasar, buscar y coger, pedir y recibir, lo que deseara, la mitad le pertenecía por acuerdo prematrimonial.

 

Habías olvidado como se las gastaba, demasiado ingenuo y básico para mente tan retorcida, corrupta y malsana.

 

¡¡Ingenuo!!

 

Pensabas que olvidaría, que perdonaría olvidar, no supiste camuflar la verdad y ahora lo pagabas… Deberías rebuscar en la profundidad de tu mente, entrar en tus recuerdos y revolver tu pasado, recordarías como era y como devolvía por dos lo que creía que recibía, que la debían, cualquier deseo que se le antojara.

 

Ni ha vuelto ni volverá… Ni ha llamado ni llamará, aunque sea para regodearse en tu cara, para reírse de ti e imaginarse tu cara, nada… no tiene intención de volver, ni siquiera dejó una despedida, solo su sello personal, la casa vacía…

 

Ahora sabes lo que duele, lo que se sufre cuando la persona en la que confías te deja vació, sin nada ni nadie, se lleva tu vida… ¡¡Dolor!!

 

No te lo mereces, así es la vida…

 

Duele más el aguijón del que amas que la estocada del que odias.

Duele porque no te lo esperas

¡¡Duele!!

… Porque tu no lo harías.

 

O.

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7 Comentarios Deja un comentario

  1. No se que decir, y mira que llevo un rato aquí pensando. Quiero dejar constancia de mi paso por este lindo relato. No me quiero repetir. En fin! Lo de siempre “ me dejas sin palabras” quizás por eso no se que decir. Bello relato, cuentas con mucha sensibilidad una situación cruel, que se repite con asiduidad. No se si es peor el robo de lo material o el de la confianza.

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