Desorden lagrimal

cual cascada

insufla de pena mis versos

dependientes de mis sentires

quedaron los demás obsoletos.

 

Sentimientos desbordados

computados de a uno

sobre mi agónico torso

imprimiendo con desorbitada fuerza

carente de elegancia

un escalofriante ahogo.

 

Ni la venda es capaz

de mantenerlo ocupado

de ser remedio pasajero del antojo

se ve inoperante

ante la magnitud del modo.

 

Únicamente se vislumbra un acuerdo

capaz de sosegar la sangrante situación

de sofocar el tétrico estado que desconocía

ofreciendo una pequeña tregua

a esa debacle que amotinada

no rinde pleitesías.

 

Sellar un pacto carroñero

sumiso quedaría impotente

a no sentir lo que siento

borrando de un plumazo

a quien quiero.

 

Injusta medida la ofertada

aún convaleciente el alma

los demás interiorismos callan.

Mi demanda no es aceptada

ni calma

ni esperanza

la nada no da tregua

tétrica vendetta

jamás olvidada

aún menos perdonada.

 

Por hacer lo que hice

poco, mucho… Tal vez nada.

Enrabietada quiebras mi alma

mana mi corazón siluetas rosáceas

mi cuerpo encorvado ni batalla.

Por qué me hiciste creer

Por qué renuncié

Por qué me engañaste

… Ni tú

… Ni Ella

Soledad ha jurado ser mi compañera

amante y comparsa.

 

Busco un referéndum

una grieta en la propuesta

la contra que me permita

decidir…

escoger…

diseñar fronteras

definir la senda

que vislumbre el sosiego bajo vuestra tormenta

repare la calma tras este sunami mental que no cesa.

 

Juzgado y condenado

por esta desvariada alternativa

elección definitiva ante tal padecimiento.

 

De cerca perezco

por el anonimato de los años auto impuesto

por falsedad emotiva.

A lo lejos diviso sus ojos

emblema inconsciente de partida

rogándome que continúe

que no dé marcha atrás y prosiga.

 

Disyuntiva emocional

catarsis sentimental

dos mentes contemporáneas tramitan

… Mi estancamiento

… Mi partida

Conflictiva conciencia a la deriva.

Y mi alma…

 

 

O.

Poesía