Cómo reconocía tu rima
moldeando el pavimento
entre el griterío y el gentío
irresponsable corazón
palpitaba inquieto.

Sabía de tu estratagema
desbaratando pensamientos
dilatando ensoñaciones
enloqueciendo por momentos.

Ritmo legendario
añejo desde el comienzo
incautado en mi mente
sosegando el tiempo

Mi cuerpo ansioso
por enfrentarse al instante
de verte o perderte
según el ritmo pasajero.

Capaz de disociar mentes
provocar desespero en sus miradas
ojos carroñeros de deseo
infortunio de antojos
envidiados improperios.

Mientras sentado
en aquel rejuvenecido banco
un conocido bosquejo.
Bajo la sombra perenne
el presente se hace eco
delineando aquel que espera
el devenir enquistado
verso tras verso
con la mirada expectante
temblor en la pluma
sobre su pecho el amuleto.

Estrechando la distancia
entre ímpetu y nervios
auto complace su visión
recrudece sentimientos.
Pasiones olvidadas
deseo insatisfecho
recrudece su figura
la obligatoriedad de poseerlo.

De soslayo lo retratas
recortando de raíz pesares
sentires de agotamiento
por la intensidad que emana
aquel obsceno reencuentro.
Frente a frente
realidad y deseo
una decisión
corazón o mente
ansiedad esquizofrénica
ante el inminente encuentro.

Última parada
tras la silueta a del miedo
tenerle y retenerle
un sutil flechazo
tu armadura desarraigada
tu firmeza fulminada
tu corazón en su pecho.

Riada que emana impulsiva
liderando la desnudez de tu alma
diluyendo efluvios intempestivos
embaucada por el sus ojos expertos
de aquel que de frente ejecuta
palabras, poemas y sentimientos.

Mientras
tu mirada permanece inmutable
tu cuerpo se contonea vaporoso
el corazón disiente de la razón
la pasión conquista el último bastión
dando vía libre al deseo.

Expones con gestos tu semblante… Transigiendo
calculando con tu experta mirada
la valentía del contendiente
ponderando la fuerza de sus letras
la fiera de sus versos.

Un instante
un poema
dos letras
un sentimiento
…

O.

Poesía