Estremecedora silueta

cruelmente asoma

chequeando muescas opacas

imprime asombro

aguijón de plata

de entre la opacidad nebulosa

recrea un enfoque primitivo de caza

utensilios de piedra y madera

incapaces de hacer frente

de tornarse herramientas de vida

frente al atroz tormenta que amenaza

con dejarnos vacíos

cada cual en su tercio

separados por parámetros matemáticos

entre rejas cinceladas con terciopelo

de palabra

de hecho.

Oleaje de incienso deambula tras ella

decapita

dirime

evade promesas

ante la risueña carcajada de la tormenta.

Riadas de sombras enfrascadas

en espeluznante contienda

un tira y afloja

unas palabras insostenibles

media verdad obsoleta

mitad de un genocidio

que demanda nuevas letras.

Esquilan

Depuran

Tropiezan

… Ella continúa su acecho

con su resplandeciente obediencia

… Unos piensan

si pudieran

otros dormitan a la espera

el aclarando voluntario de las tinieblas.

Descifrando el camino relincha

sigilosamente se acerca

oteando desde el otoño

alcanza la primavera

… Su guadaña exaspera.

Sombra alargada desmitifican algunos

otros tantos la proyectan eterna

cobertura terrestre azota

vientos de tinieblas.

Un Cid no sobra

un hidalgo ni altera

ni todo el oro negro compraría su benevolencia

ni con treinta monedas de plata ni escaramuzas de la resistencia

… En la distancia se encomienda el holocausto el estío se despereza.

Mece inquieta la doncella

gesticulando sopesa

dar un paso atrás volviendo con mayor virulencia

o finiquitar con un verso el resto del poema.

Veremos cómo acomete

que acontece

o únicamente simularemos verla

tras muros de paja

y cerrojos de hojalata

creyendo que su ínfima cordura

su magnánima imprudencia

sorteará nuestra escueta reserva.

O.

Poesía Sentimiento