Quimera

Un niño tras una coraza de acero
un hombre jugando con lego
mirada pintoresca
kamikaze se cuestiona
qué estoy haciendo.
Una mente sana
un dilema afincado en la conciencia.
Entre ambos extremos
diferentes apariencias
similitudes desconcertantes
miente la mente
desvirtúa la cabeza
el cuerpo se hace cruces
simulando paciencia.
Años de sapiencia… Años de inocencia.
Inquieto
… Escrutando el divagar de su entorno
el discernir del embrollo
quién aconseja….
Cómo acatar su infinidad
cómo acallar lo que desea
evalúa improvisando
entre los apéndices de ella.
Quizás
solo sea un sueño
una pérdida de consciencia
mientras con sus ojos empañados
figura excelsa observa.
¿Desear?
¿Poseer?
enamoramiento clandestino
tras la obsesión por…
Una quimera.
Imagina
manos delineando la figura
recorriendo suavemente su silueta
desfogando la lujuria que despierta
la pasión que emana
el deseo enfermizo que genera.
Nota
su mente disfrazada de infinita paciencia
su deseo espeso
su pasión quieta
su lujuria sospechosamente sosegada
su mente sopesando
… Dilema.
Un hombre
un niño
… Una mujer que desespera
Amor
Sexo
… Cuál de ambos sentimientos alberga
Ella
Él
Se acerca.
Me besa.
Me toca.
Me acaricia suspicaz entre las piernas
miembro estéril que se abre paso
lidia con la infantil sospecha.
Suspira.
Susurra.
Muerde ansiosa mi oreja
… Crepúsculo que mata la obediencia
enarbola el sentido
marchita desaparecen los nómadas
eyacula la edad hambrienta.
… Enciendes la mecha predispuesta.
Sin saber que lo que más deseas de mí
es lo que más temo
aquel cerramiento añejo
esta disputa interna
… Eriza viril el miedo
desarraiga la coraza sosegadora
acomete salvaje
aquel que sedado la mente desaconseja.
Buscabas
… Encuentras.
Enloqueces de ansiedad
ardes de deseo
trinas de pasión
… Hoguera sobre hielo.
Tus ojos ruegan
tu boca lo suplica
exigen los vaivenes de tus caderas
… Que permita yacer a la doncella
satisfaga la consagración de la fiera.
Un hombre corrompido.
Un alzacuellos blanco
un hábito negro
celibato complejo.
¿En qué coño estaré pensando?
¿Por qué me entretengo?
¿Qué hago?
¿Qué espero?
Te miro carroñero
aceptando acometo.
Creyendo
que el infierno me estará esperando
deseando que permita consumar el momento.
Masajeo tus piernas suavemente.
Caricias y besos.
Me abro paso degustando
el sabor tierno de tu cuello
el aroma dulce de tus senos.
Alcanzo ese lugar íntimo
corrompiendo mis amuletos.
Penetro en su interior
… Me pervierto.
Sin retorno.
Sin…
Deseándolo desde hace tiempo.
Riachuelo rebosa salvaje.
Predispuesto para ser colapsado.
Embalsado.
Acometida primaria de deseo insatisfecho.
Necesitada de un golpe erecto.
Podía.
Lo ansiaba.
Primera embestida azuza su cuerpo.
Grito de placer susurra el viento.
Tensión en mi cuerpo.
Relajamiento ajeno.
Ella provoca
Yo consiento.
Arde mi mente
abrasado queda el recuerdo.
Siento cómo la pasión,
la lujuria y el desenfreno se adueñan de mi cuerpo.
Ni cuenta me doy de que peco.
Asiendo mis nalgas
eco ecuestre arremete con mayor fuerza, con rabia
cual daga que encauza su presa.
Uñas en mi espalda clavadas.
Piernas atenazadas a mis caderas.
corrompiendo el recorrido sanguíneo de mi cuerpo.
Mi espalda arqueada dando el último suspiro.
Mis piernas tensadas ensalzan su figura
dando alas a la ponencia ensamblada.
Mi erecto ladino satisfecho del cenit sofocado
Tu vergel colorido
tras la riada de fluido invernal descerrajado
de efluvios estivales desterrados.
Cetros desbocados comulgando el apetito
desfogados por el clímax sostenido
en un tiempo infinito
en un status enajenado
tras el fuego infernal suscrito.
Se desvanece…
Mojado siento que he vivido.
Azorado registro mi cuerpo
el lugar donde subsisto.
Todo
Solo otro sueño
un nuevo episodio de los sentidos.
Angustia que con el despertar no se apaga.
Intransigencia que con el devenir se endurece.
Un hábito que dobla mis emociones
doblegando mis sentimientos
por momentos va aumentando mi suplicio.
Una quimera efervescente
… Un desasosiego que va calumniando el sendero elegido.
O.
Para terminar, para mí, mi mañana de domingo con esa ilusión que pronto llegue la noche para seguir digiriendo tu poema. Un clamor a la pasión sin límites.
Saludos. Una buena semana
Manuel
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Un niño tras una coraza de acero, así comienzas tu poema. Y me lleva a pensar que así somos, niños y niñas tras corazas de acero.
Precioso también ese final donde se guardan los sueños.
Feliz tarde, O.
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Gracias Manuel
Un fuerte abrazo
Buenas noches
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Gracias U.
Somos o deberiamos ser más como niños
Pero con la posibilidad de ir creciendo
Besos
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Me gusta. Salud y saludos.
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gracias Iñaki
salud y saludos
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Es bueno no perder el sentirnos niños/as, aunque crezcamos. Muy bonito. Un cordial abrazo
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muchas gracias
cierto
algo de niños no vendría mal
fuerte abrazo
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Precioso!!!
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Gracias!!
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👍
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gracias
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