Movimiento

Te susurro al oído
lo que siempre me has pedido,
lo que nunca me dejaron,
lo que te ruega tu deseo más íntimo,
tu sentimiento más complejo.
  
Palabras susurradas
reciclan tu cuerpo.
Reviven tu alma.
Seducen tus sentidos.
Corrompen tus emociones.
Tu cuerpo atenazado por la soledad del tiempo.
Se va soltando poco a poco con cada aliento.
  
Se encrespa tu espalda.
Se eriza el vello.
Tiembla tu ánima.
Se derriten la conciencia.
Fluye el deseo.
  
Susurro esas palabras.
Recito esos versos
que hacen hervir tu sangre,
provocan delirio nostálgico,
convulsionan tu obsoleto,
excitan la mente,
despiertan el corazón soñoliento.

Quiebro tu armadura blanca,
encuentro el resquicio
por donde corromper tu intelecto.
  
Mi voz ronca traiciona tu templanza,
te lleva al lugar que deseas.
Tu humedad se desborda.
Coraza sajada frente al excitado deseo.
  
Te tocas suavemente.
Humedeces los pliegues.
Los labios enrojecen.
 
Te abandonas,
sintiendo cada palabra,
cada suspiro
gemidos altaneros.
Te contorsionas con cada sensación
con cada devenir de tu cuerpo.
  
Te consuelas a ti misma
solo mi voz susurrante
te sirve de argumento.
  
Te convulsionas,
comienza a descontrolarse.
Te vas contorsionando,
espasmo tras espasmo,
frenético ritmo impuesto.
  
Va fluyendo a través de tus dedos,
regando tus manos.
Cayendo en cascada
completando el deshielo.
  
No gritas.
No pronuncias palabra,
solo gimes
mirada perdida
espejo del momento.

Instantes que no deseas compartir.
que te trae recuerdos.
Esos en los que estábamos juntos,
en los que me tumbaba a tu lado,
te acariciaba tu silueta,
te susurraba palabras,
esos…
 

O.