Cómo los odio

… Cómo los amaba.

 

Días oscuros de gotas claras

Días de soledad

exceso de calma.

 

Capado el cielo

Secuestradas las luces

Únicamente las sombras desatan.

 

Resurgen los recuerdos

Revivan las heridas

Renacen los fantasmas.

 

Desgarran mi corazón

Quiebran mi tórax

Las piernas sometidas se desangran

… Cuando miro

… Cuando busco

Rezo para que vuelvas

De nada sirve

No te encuentro

Tu recuerdo vaga.

 

Desapareciste una noche como esta

Tormenta pasajera que rompe el alma

Oscura y fría e ingrata.

Opacidad que cubre el día

Recriminándome cual fue el motivo explícito

O la causa pasajera

que a ti te hizo huir

Y a mí me condenó a una infinita espera.

 

Ritmo monótono

Repiqueteo continuo

Y esa humedad que traspasa el cuerpo

Que llega al alma

Ahonda en los recuerdos

Y emana tristeza

… A la deriva queda.

 

Cómo la odio

Cómo la amaba.

 

Rizaba sueños

Diluía nuestras sentencias

Enarbolaba sentimientos

Cicatrizaba viejas heridas

… Un devenir aclarado tras las tragedias.

 

Ya no estás

Ni se te espera

Ahora… Solo me enfrento a ella.

 

Manantial que se desborda

Mana de mi mirada

Rebosa por mis pestañas

Quebrándolas ojos ciega

Trasvasando el rostro

… Cae.

 

Maldito charco que inunda la tierra

Succionando mi cuerpo

Enterrándolo bajo tierra

… A la espera.

 

 

O.

Poesía